Sabaidee mundo,
Un cartel en un monasterio budista decía: ‘Hoy es mejor que dos mañanas‘.
Es difícil evitar caer en la tentación de instalarse en el mañana. El 99% de los pensamientos, tareas y motivaciones van directos al almacén de ese espacio temporal inexistente. Qué gran paradoja la de nuestro siglo.
Llegamos a Chiang Mai revolucionados mentalmente pero, después de un mes parece ser que empezamos a respirar los aires del ahora.
El vasto árbol de tamarindo que asoma por nuestra ventana. La intrépida ardilla que viene a merendar sus frutos. Pájaros presumidos que se acicalan en la barandilla. La canción caribeña del carrito de los helados. Los aviones que interrumpen el silencio del cielo. El perro que aúlla puntual cuando suena la campana del templo, diez minutos antes de las seis.
Escenas que nos devuelven al presente y nos quitan de dispersarnos en el imaginario mañana.
Sabai sabai, como dicen por aquí. El bienestar que va más allá de dos palabras. El cielo en la tierra de los tailandeses donde por ahora, todo va bien y está calmado. Con su permiso, lo adoptaremos como mantra para otros 30 días llenos de presente.
Siempre tuyos,
Viajeros Reverdes
